Según el informe Cómo la España vaciada llena su tiempo en Internet, de la empresa de telecomunicaciones Eurona, se estima que 2 de cada 10 habitantes del medio rural no tienen acceso a Internet. Esta brecha se ha acentuado más durante la pandemia, donde se vio claramente como el consumo electrónico en 2020 fue un 10% menor en el campo que en la ciudad.
La carencia de infraestructuras necesarias es la responsable de esta brecha tan visible, que causa que el mundo rural se adapte de forma más lenta a las principales tendencias de consumo en Internet. A esta brecha se suman además otras como las de los hábitos de compra, puesto que, por ejemplo, un 24,4% de la población total española ha comprado algún viaje por la web, mientras que en los municipios de menos de 5.000 habitantes esta cifra no llega a los 14,2%.
Otro ejemplo claro es el uso de las redes, donde el 74% de la población en conjunto accedió en 2020 frente al 67% de la población rural.
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