La falta de infraestructuras y de población invitan a pensar que las áreas rurales como las de Orense no son aptas para nuevos negocios. Nada más lejos de la realidad. Estos territorios cuentan con grandes atractivos, como ya se comprobó con la posibilidad del teletrabajo durante la pandemia. Pero para que las empresas puedan considerar el medio rural una opción viable, los territorios alejados de los grandes núcleos urbanos deberán, en primer lugar, mejorar su conectividad e infraestructuras, y después, acabar los estereotipos que se les asocia.
Según el profesor titular de Economía Aplicada de la Universidad de Vigo, Alberto Vaquero, se necesita además fomentar entre la población rural mayores competencias digitales, así como la modernización de sectores tradicionales. Proyectos que tengan que ver con el desarrollo de la economía circular, las energías renovables, el coworking o las cooperativas pueden ayudar a que se asiente el emprendimiento rural.
Puedes leer la noticia completa en el siguiente enlace.