Las múltiples aplicaciones de la Inteligencia Artificial generativa están revolucionando muchos sectores de la economía, entre ellos el turismo. Y su uso en entornos rurales fomenta el conocimiento y la interacción de los viajeros sobre un territorio habitualmente desprovisto de plataformas de valoración y de intercambio. Los sistemas de inteligencia están capacitados para recoger respuestas, reacciones, impresiones y retorno de información del turista. Y su aprovechamiento para potenciar el turismo rural y su desarrollo tecnológico está en el centro del debate. Según los números de distribución en diferentes comarcas obtenidos a través de la IA de MyStreetBook, gracias a la aplicación de este tipo de tecnología en el sector rural, la dimensión de la población como indicador de capacidad de atracción turística ha perdido relevancia.
Una experiencia reciente con la aplicación de IA apuesta por que municipios muy pequeños puedan incrementar su visibilidad y convertirse así en polos tractores del turismo rural. Con su utilización, de acuerdo con esta iniciativa, se logró repartir las visitas entre los municipios más conocidos de un territorio y los más pequeños, con lo que los menos visibles incrementaron sus visitas en un 36% gracias a la IA.