La educación rural enfrenta grandes limitaciones estructurales que impiden a millones de niños recibir la misma calidad educativa que estudiantes de áreas urbanas. En países como Perú y Venezuela, la falta de recursos agudiza la brecha educativa. La ONG Entreculturas y Fe y Alegría han publicado el informe «Educación rural, entre el olvido y la reivindicación», que resalta los desafíos globales de la educación rural, como el acceso limitado a infraestructuras y la brecha digital.
El informe subraya que la pandemia evidenció las desigualdades entre zonas rurales y urbanas, ya que en muchas áreas rurales no hubo educación a distancia por falta de conectividad. Esta carencia no solo obstaculiza el aprendizaje de los alumnos, sino también la formación docente, afectando la calidad educativa en las zonas rurales. Además de la brecha digital, los profesores se enfrentan a infraestructuras deficientes y dificultades geográficas, lo que agrava aún más la situación.
El estudio también aborda otros retos, como el impacto del cambio climático en las comunidades rurales, y reivindica el respeto por las prácticas educativas locales. En la Comunitat Valenciana, más de 40.000 estudiantes asisten a centros en áreas rurales dispersas, reflejando una realidad a nivel global.
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