A veces, el ingenio no tiene límites. Un ingeniero informático decidió que sacaría fibra óptica al que la Unión Europea denomina como “desierto demográfico” una zona con una densidad de población muy baja. Lo ha hecho posible entre Castroserracín, Navares de Cuevas y Cerezo de Abajo, tres municipios ubicados en el norte de Segovia.

 

Este ingeniero, Emilio Utrilla, se instaló en esa zona hace una década, y comprobó por él mismo las dificultades de los habitantes para contar con Internet estable. El problema se agravó cuando Iberbanda, compañía que proporcionaba internet rural, cerró.

 

Ante esta situación, Utrilla decidió crear su propio Internet aprovechando la infraestructura eléctrica del territorio. Se denomina Nordset, presta servicio a 40 personas y es una asociación sin ánimo de lucro. De este modo, si un particular o un ayuntamiento quiere el servicio, se puede poner en contacto con la asociación y pagar la instalación.

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