El pasado mas de noviembre tuvo lugar la Mobile Week de Ourense’21. Este acontecimiento va provocar una reflexión colectiva en el papel que tiene la tecnología digital en las personas. El debate giró alrededor de tres ideas:

 

La primera es que la ciudadanía rural es una parte esencial en la revolución tecnológica. La tecnología ya existente y la nueva podrá ayudarnos a todas y todos si se tienen en cuenta las necesidades de las comunidades locales.

 

La segunda idea es que las administraciones públicas y privadas tienen que hacer que la ciudadanía rural colabore para crear una realidad social inclusiva, que incluya tanto la tradición como los valores más jóvenes.

 

La tercera y última es que la brecha digital actual se tiene que corregir, trabajando conjuntamente con las personas que apuestan para quedarse en el mundo rural. La tecnología tiene que entenderse como una herramienta que ayude a impulsar una vida digna, saludable y con más posibilidades para todas las personas. 

 

Más detalles en el artículo de The Conversation